El proyecto de Rusia de una nueva ley para incautar activos de empresas occidentales que abandonan el país no logró pasarse, lo que da tiempo a las empresas para negociar sus salidas.
La ley propuesta permitiría a Rusia intervenir nombrar administradores para las empresas de propiedad extranjera que quieran salir de Rusia. Pese a que obtuvo la aprobación parlamentaria inicial en mayo, el borrador ahora se ha congelado.
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El retraso puede aliviar las preocupaciones de que Rusia está adoptando un enfoque más agresivo con las firmas occidentales. De acuerdo con Dmitri Peskov, secretario de prensa del Kremlin, Rusia monitorea a las empresas que se van para garantizar que sus obligaciones con los empleados se cumplan.
“El gobierno mantiene un control muy estricto sobre esto, por lo que se puede decir que el trabajo está bien establecido allí”, dijo Peskov.
Empresas como Nike, McDonald’s y Starbucks han estado luchando para salir de Rusia, en el marco de su guerra con Ucrania.
Apenas ayer, Sephora informó que prepara su despedida de Rusia; operará bajo la marca Ile de Beaute, cadena local que compró en 2016.
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