¡Toma nota y mejora tu forma de gastar!
Los gastos hormiga son la denominación popular para esos pequeños consumos no necesarios que se realizan e inciden, contrario a la impresión que dan, de forma importante en las finanzas personales.
Entre los ejemplos clásicos se encuentra la compra repentina de alimentos, las mensualidades de plataformas de streaming, el pago de estacionamientos o el cobro de comisiones por atrasos.
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Puesto que el ‘peligro’ de estos gastos radica en que pasan desapercibidos al momento de realizarse, pero la suma total se convierte en una cantidad significativa. Para dejar de afectar tus finanzas personales, aquí te decimos cómo le puedes hacer para reducir estos gastos hormiga:
- Programa tus salidas y coteja su viabilidad con tu presupuesto.
- Determina el gasto máximo que destinaras a actividades de ocio o convivencia.
- Para reducir los gastos hormiga es clave replantear la frecuencia de tus gasto espontáneos.
- Antepón tus intereses financieros al impulso que la mayoría de las compras representan.
- Deja atrás la cotidianidad de las compras no programadas y genera hábitos que te permitan aprovechar las cosas que tienes en casa al salir.
- Si tienes varias tarjeta de crédito considera agrupar tus deudas en aquella que te cobre menos comisión y menor anualidad.
- Antes de tus recorridos, evalúa qué medio de transporte se adapta más a tus metas financieras y necesidades sociales.
- Cuando sientas que te ‘urge’ comprar un objeto o prenda, revisa bien tus pertenencias actuales y verifica que no poseas algo que pueda suplirlo.
- Si pasar la tarjeta se te hace ‘muy sencillo’, utiliza herramientas digitales como límite de salto o botón de apagado para limitar tus compras.
- Divide tu dinero disponible entre tarjeta y efectivo para ser más consciente de tus gastos hormiga y los puedas reducir.
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