Ni tan pequeños, pero recurrentes: gastos hormiga

¿Eres de esas personas que siempre compra algo demás?, ¿realizas gastos no previstos pero de poca escala? Si respondiste que sí, lee con atención este texto.
Los gastos hormiga son una popular denominación que hace referencia a pequeños consumos no necesarios que una persona, o grupo, realiza y, contrario a la impresión que dan, inciden de forma importante en las finanzas personales.
El ‘peligro’ de estos llamados gastos hormiga radica en que llegan a pasar desapercibidos al momento de realizarse, por lo que se vuelven recurrentes. Así, la suma total de estos consumos se convierte en una cantidad significativa.
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Lo anterior se desprende del hecho de que suelen ser realizados espontáneamente e incluso como consecuencia de descuidos en la administración personal. Entre los ejemplos clásicos tenemos la compra de alimentos en cadenas de autoservicio, el pago de estacionamientos o el cobro de comisiones por atrasos.

Sin embargo, el desarrollo de las tecnologías también incide en los gastos hormiga. Un ejemplo claro, como lo apunta la Revista Proteja su Dinero, es la transformación del entretenimiento digital. Con el desarrollo de plataformas de streaming, se ha colocado al pago de estos servicios dentro de estos pequeños consumos comunes.
En la misma línea encontramos a las aplicaciones de servicios de transporte, mensajería y compra de artículos. La inmediatez de nuestros días y el fácil acceso al consumo terminan por sumar incisos en la lista personal de gastos hormiga con una recurrencia remarcable dentro de las finanzas personales.