El emprendedor social se enfoca en las comunidades afectadas.
Un emprendimiento social nace a partir de un problema, busca dar respuesta a un modelo socioeconómico que genera carencias en algún sector de la sociedad. Así, surge para marcar la diferencia y aportar herramientas para un mundo mejor.
Por ello, el objetivo del emprendimiento social es un beneficio a la sociadad. Proporciona soluciones innovadoras a problemas sociales como el calentamiento global, la pobreza, el hambre o la educación. La propuesta se planea para un mercado que puede costear el producto o servicio y es diseñada para ser rentable.
Por su parte, el emprendedor social se enfoca en las comunidades afectadas sin que ello signifique ignorar las propuestas para generar una ganancia. La diferencia debe estar en el enfoque.
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Este tipo de emprendimientos no solo son talleres de artesanías o agricultura, sino organizaciones completas guiadas por una misión social. Como cualquier organización puede convertirse en un empresa social mientras su principal objetivo sea preservar, fomentar y apoyar al desarrollo humano, ambiental y cultural.
¿Qué podemos encontrar detrás de un emprendimiento social?
Estos proyectos suelen estar respaldados por empresas que contribuyen a solucionar problemas sociales y del medio ambiente, que buscan cómo colaborar con otras empresas, universidades, colectivos y demás. Por lo general se da en empresas que tienen una historia o motivación social que los mueve y buscan utilizar sus ingresos de esta forma.
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Como hemos visto, los beneficios que puedes obtener son muchos, más allá de los monetarios. Ser parte de un emprendimiento social lleva a conseguir el reconocimiento de tus clientes y de la sociedad por lo que ofreces y la causa sobre la que actúas, llegando a ser inspiración y símbolo de progreso y rentabilidad.
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