Labubu, el coleccionable que convirtió a Pop Mart en un gigante del retail
El Labubu es un muñeco coleccionable que se ha convertido en tendencia global y que ha transformado a la compañía en un referente dentro del sector de figuras de colección y blind boxes.
En el mundo del coleccionismo y el retail especializado, pocas marcas han logrado un crecimiento tan acelerado como Pop Mart.
El Labubu es un personaje diseñado por el artista Kasing Lung, que forma parte del universo de figuras lanzadas por Pop Mart.
Su apariencia única, entre tierna y misteriosa, lo ha convertido en uno de los coleccionables más deseados del mercado asiático y mundial.
El concepto de blind bloxes con el que triunfo Labubu
Algo que hace especial al Labubu es la versatilidad y que aparecen en diferentes ediciones, colaboraciones y temáticas que mantienen el interés constante de los coleccionistas.
Además, el sistema de blind box (cajas sorpresa) añade un factor de emoción y exclusividad, lo que impulsa la demanda.
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El impacto de este muñeco en la compañía ha sido notable, Labubu le permitió a Pop Mart, entre otras cosas:
- Incremento en ventas internacionales, especialmente en China, Estados Unidos y Latinoamérica.
- Expansión de tiendas físicas y pop-up stores, que aprovechan la popularidad de Labubu para atraer clientes.
- Mayor valor de reventa en el mercado secundario, donde algunas ediciones limitadas se cotizan hasta por diez veces su precio original.
- Impulso en la presencia digital de Pop Mart, con comunidades de coleccionistas que viralizan cada lanzamiento de Labubu.
Gracias a este fenómeno, Pop Mart no solo consolidó su posición como líder del coleccionismo moderno, sino que también amplió sus márgenes de rentabilidad.
¿Qué enseña Pop Mart a los emprendedores?
El caso de Labubu y Pop Mart es un claro ejemplo de cómo un producto puede convertirse en un icono de marca y motor de rentabilidad.
Algunas lecciones clave son:
- Crear experiencias de compra emocionales, como el sistema blind box que genera expectativa.
- Construir comunidad en torno a un producto, fortaleciendo la fidelidad de los clientes.
- Apostar por la innovación constante, con nuevas ediciones y colaboraciones que mantengan vivo el interés del mercado.
El éxito de Labubu demuestra que los coleccionables son mucho más que juguetes; son inversiones emocionales que generan tendencias y rentabilidad.
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