Elon Musk arremete contra los videos cortos y advierte: “pudren el cerebro”

Elon Musk volvió a encender el debate tecnológico al lanzar una dura crítica contra los videos cortos, uno de los formatos más populares en plataformas como TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts. El empresario aseguró que este tipo de contenidos “pudren el cerebro”, al fomentar un consumo rápido, superficial y adictivo de información.

A través de comentarios recientes retomados en redes sociales, el dueño de X (antes Twitter) señaló que el consumo constante de clips breves reduce la capacidad de concentración, debilita el pensamiento profundo y refuerza hábitos digitales poco saludables, especialmente entre los jóvenes. Para Musk, la gratificación inmediata que ofrecen estos formatos está afectando la manera en que las personas procesan ideas complejas.

El magnate ha sido crítico del impacto de la tecnología en la cognición humana en diversas ocasiones. Sin embargo, esta declaración cobra especial relevancia en un contexto donde los videos cortos dominan el tráfico digital y se han convertido en la principal herramienta de engagement para las grandes plataformas tecnológicas.

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Musk tiene una preocupación en dos niveles

Paradójicamente, X también ha impulsado contenidos en video para competir en la economía de la atención. Aun así, Musk ha insistido en que el objetivo debe ser promover interacciones de mayor calidad, debates significativos y contenidos que aporten valor real, en lugar de depender exclusivamente de estímulos rápidos.

Las declaraciones del empresario han generado reacciones encontradas. Mientras algunos expertos en salud mental y educación coinciden en que el consumo excesivo de videos cortos puede afectar la atención, otros señalan que el problema no es el formato, sino la forma en que se utiliza.

De acuerdo con lo expresado por Musk en la entrevista, su preocupación se articula en dos niveles. El primero es cultural: los videos cortos refuerzan una lógica de gratificación inmediata, en la que el usuario salta de un tema a otro sin tiempo para la reflexión.

El segundo es cognitivo: cuando el consumo de estímulos rápidos se vuelve dominante, la capacidad de mantener la atención —leer, estudiar, escribir o pensar con profundidad— se debilita progresivamente.

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