La recesión femenina es un fenómeno que nombra a la pérdida de estatus laboral de las mujeres.
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hay poco más de 64,540,630 mujeres en el país y su tasa de participación económica creció 15.7 puntos porcentuales de 2010 a 2020. Un estudio de Kumon remarca que el desempleo que generó la pandemia en las mujeres incentivó que la mayoría busque emprender.
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Las cifras del estudio registran que el desempleo afectó a 8 de cada 10 mujeres en México durante la pandemia. Así, 60% de ellas opta por dejar de lado la vida asalariada y emprender. Lo anterior coincide con las consecuencias inmediatas de la pandemia por COVID-19 que impactaron de forma negativa en sectores específicos.
En este marco, es oportuno hablar de la recesión femenina, fenómeno que nombra a la pérdida de estatus laboral de las mujeres. De acuerdo con Kumon, el desempleo atrajo a las mujeres a emprender y ver en modelos de negocios como las franquicias una oportunidad de desarrollo en México.
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Cifras oficiales indican que las emprendedoras son propietarias de 36.6% de los establecimientos micro, pequeños y medianos de manufacturas, comercio y servicios privados en México. La Asociación Mexicana de Franquicias se espera un crecimiento en el sector de 6% este año.