En Australia las plataformas digitales tienen la misma responsabilidad legal que los editores informativos.
Un tribunal australiano ordenó a Google un pago de 515,000 dólares al político John Barilaro, por difamación. Lo anterior ha ocurrido en el marco de la negativa del gigante tecnológico, a eliminar contenido que calificó como racista y difamatorio.
Barilaro fue atacado por el comentarista político y comediante Jordan Shanks en videos que publicó en su canal de YouTube. De acuerdo con la justicia de Australia, al no sostener su críticas con pruebas concretas, gracias a Google se incurrió en difamación contra el político.
De acuerdo con el Tribunal Federal de Australia, Alphabet ganó dinero intencionalmente con los videos, en contra del entonces servidor de Nueva Gales del Sur. Además, concluyó que Google negó que los videos tuvieran imputaciones difamatorias.
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Shanks calificó a Barilaro como «corrupto» sin citar evidencia y utilizó su herencia italiana como blanco de ataques. Por ello, la justicia de Australia lo clasificó como un discurso de odio.
Derivado de ello, Barilaro dejó la política un año después. Así, Shanks fue coacusado hasta un acuerdo con Barilaro. En opinión de las autoridades de Australia, el crítico político requería de YouTube como plataforma para difundir su mensaje y Google se mostró dispuesto a ello como parte de su modelo de negocio.
Con información de agencias