Los consumidores se ven expuestos a una gran cantidad de empaques, por lo que es una oportunidad para marcar la diferencia de tus productos.
Un empaque como sello distintivo de una marca nos comunica no solo su identidad, sino que funciona como un espacio de información sobre las garantías que presenta el producto. Su diseño y disposición deben ir de la mano con el sello de garantía que se busque promover, mismo que debe contar con un respaldo válido.
En sentido formal, los empaques puedes servir como sello distintivo de calidad, son aquellos que provienen de una autoridad oficial o un organismo de evaluación de la conformidad. Se trata de empaques aprobados por un ente certificador, validado y acreditado, para hacer cumplir estándares. Así, funcionan como una prueba de calidad a los consumidores, pues su deseo se basa en normas o reglamentos técnicos oficiales.
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Ahora, el desarrollo de empaques que fungen como sellos distintivos de una marca, además de relacionarse con la calidad de los productos lo hace con la innovación y el diseño. Las buenas prácticas recomiendan que un empaque como sello distintivo de una marca genere confianza a los consumidores sin miedo al engaño o los errores.
Por ello, la protección que brinde el empaque de los productos suele suele ser distinguido como una garantía de calidad y un sello distintivo de la marca. Así, se trata de artefactos que requieren un trámite ante el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para lograr el derecho de exclusividad, a través de un registro, que forma parte de los activos de una empresa y en muchas ocasiones representa el de mayor valor.
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