Si todavía no tienes un seguro de vida, aquí te decimos los motivos por lo que deberías.
Hacer frente a los imprevistos de la vida requiere de planeación y compromiso. Los seguros de vida son productos destinados a ello; permiten hacer frente a dificultades económicas mayores, por lo que es muy recomendable contar con uno.
De acuerdo con la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), en México son unas 8.5 millones de personas quienes cuentan con un seguro de vida.
Existen diferentes tipos de seguros de vida, que se ajustan a las necesidades de cada persona. Para seleccionar uno, se debe considerar las posibles necesidades de las personas beneficiadas y las posibilidades económicas de quien lo contrata.
A grandes rasgos, un seguro de vida es un contrato entre una aseguradora y una persona, quien lo contrata y se compromete a aportar un pago periódico, para que en caso de fallecimiento, accidente o enfermedad que le incapacite, ella o los beneficiarios reciban una indemnización.
Este elemento llamado indemnización consiste en un monto económico que se entrega por parte de la compañía aseguradora al hacerse efectivo el seguro.
Puesto que el pago del seguro se mantiene mientras este no es utilizado, las condiciones de la póliza pueden ajustarse; por lo general, van cambiando a lo largo de la vida de la persona para adaptarse a sus necesidades.
Saberse parte de un seguro de vida es una responsabilidad que ofrece a cambio la tranquilidad de contar con una protección para nuestros seres queridos. Cabe destacar que en caso de utilizarse, la suma de dinero acordada se otorga íntegra a las personas beneficiadas, sin importar que la persona tuviera deudas.