La velocidad y el grado de cambio son fundamentales para definirla.
La volatilidad financiera señala la variación del precio de una acción o su rentabilidad en un periodo de tiempo determinado. Los cambios bruscos en las cotizaciones implican inestabilidad u oscilación en los precios de las acciones y productos financieros.
Si estos precios varían mucho se afirma que es volátil. Ante la mayor volatilidad de un activo hay mayor riesgo de no contar con la rentabilidad esperada.
En el mundo de las finanzas, la volatilidad financiera se expresa en un porcentaje. Esto es, el porcentaje muestra cuándo puede variar la rentabilidad del activo en relación con su evolución.
Entre los diferentes tipos de volatilidad financiera están:
- Volatilidad determinista
La volatilidad obedece a un patrón estable, o bien, sus cambios se pueden calcular con gran exactitud.
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- Volatilidad histórica
Observa la fluctuación de la rentabilidad de un producto financiero en un periodo de tiempo en relación a la rentabilidad media en ese periodo.
- Volatilidad del mercado
Indica la volatilidad que se estima a futuro para un activo financiero.
- Volatilidad estocástica
En este caso, la volatilidad del activo se comporta de forma incierta durante un tiempo prolongado.
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Así, la volatilidad financiera es utilizada para describir aquellos movimientos rápidos que ocurren durante un determinado lapso de tiempo. Dentro de la volatilidad financiera los factores velocidad y grado de cambio son fundamentales para definirla, por lo que también despiertan incertidumbre en el mercado.
Para enfrentar la volatilidad financiera se debe estar informado acerca de las tendencias en el mercado financiero por un largo tiempo para tomar mejores decisiones.
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