Los inversores han expresado su inquietud por la deuda de Pemex.
El proyecto de presupuesto del gobierno mexicano para el próximo año ha generado un fuerte interés debido a la asignación de capital destinada a Petróleos Mexicanos (Pemex) para pagar deudas vencidas que ascienden a más de 11 mil millones de dólares.
Esta medida se toma en medio de crecientes preocupaciones sobre la salud financiera de la compañía petrolera estatal. La inclusión de la deuda vencida de Pemex en el presupuesto es un intento de tranquilizar a los mercados financieros y abordar las preocupaciones sobre la gestión financiera de la compañía.
Pemex enfrenta un impresionante total de 11,200 millones de dólares en amortizaciones de deuda para el año 2024, según los datos presentados por la empresa a finales de junio. Los inversores han expresado su inquietud por la deuda de Pemex, reflejado en el aumento del diferencial que paga por sus notas a 10 años en comparación con la deuda comparable emitida por México, que ha subido a más de 5 puntos porcentuales este año.
La deuda de Pemex, que asciende a 110,500 millones de dólares a finales de junio, es la más alta entre las principales compañías petroleras y ha generado preocupación tanto en el ámbito nacional como internacional.
Fitch Ratings ha advertido sobre la preocupación que representa Pemex en términos de vencimientos y liquidez, y su nota ‘B+’ con perspectiva negativa. La calificadora señaló que la empresa enfrenta vencimientos significativos en 2023 y que un aumento considerable en el apoyo gubernamental podría tener un efecto negativo en la calificación crediticia del soberano.
El futuro financiero de Pemex seguirá siendo un tema de interés tanto para los mercados como para el gobierno mexicano, ya que las decisiones tomadas tendrán un impacto significativo en la economía del país.
