Seguro conoces la marca de cafeterías Starbucks, ¿alguna vez te has preguntado cuál es la naturaleza de este negocio?
Antes de concluir si se trata de una franquicia, veamos un poco sobre los orígenes de Starbucks. La historia de esta marca se remonta a principios de los años 70, cuando un grupo de tres amigos aficionados al café se juntaron en Seattle, Estados Unidos (EU), para abrir una tienda de café molido, té y especias.
El negocio prosperó gracias a que la contracultura hippie trajo de vuelta el consumo de los productos orgánicos y de calidad. Además, los dueños originales se encargaron de mostrarle a los consumidores de café la diferencia entre el de grano y el enlatado, que era el único café conocido en EU.
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Pese a que Starbucks contó con éxito desde el principio, fue en 1986 cuando Howard Schultz, empresario de cafeteras, compró la compañía y revolucionó la forma de tomar café.
Con el tiempo fue agregando valor como marca al escuchar los comentarios y peticiones de sus consumidores, quienes le sugirieron poner lugares para sentarse. Sus trabajadores le propusieron el concepto de poner música en los establecimientos.
Schultz también se encargó de expandir el alcance de Starbucks a nivel global. Hasta el año 2021, la compañía contaba con 33,800 unidades en todo el mundo.
A pesar de que Starbucks es una marca reconocida, pocos saben que al hablar de sus unidades, no se trata de pertenecientes a una franquicia, sino a una cadena.
La diferencia radica en el tipo de administración empresarial con que se maneja; mientras que una franquicias es un modelo de negocio que tiene diferentes propietarios que operan sus establecimientos individualmente, una cadena está dirigida por una o un solo grupo específico.
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