El fabricante global de productos de consumo Procter & Gamble (P&G) cambió su política forestal y retiró su compromiso de no comprar pulpa de madera de bosques degradados, lo que ha generado preocupación entre inversores y organizaciones ambientales. Este cambio generó controversia y se han planteado preguntas sobre las implicaciones para el medio ambiente y la sostenibilidad.
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3 claves del conflicto
- Hay preocupación entre los inversores. Es considerado un “paso atrás” en un momento en que otras empresas están tomando medidas para abordar el riesgo climático.
- La nueva política forestal de P&G lo pone en desacuerdo con la ley de deforestación de la Unión Europea, que entrará en vigor en unos 18 meses y prohibirá ciertos productos relacionados con la deforestación y la degradación forestal.
- P&G argumenta que simplificó su política forestal, para sus productos, después de que no encontró una definición ampliamente aplicada de degradación forestal.
La industria de bienes de consumo enfrenta una creciente presión para adoptar prácticas sostenibles. El cambio en la política de P&G respecto a la compra de pulpa de madera de bosques degradados ha generado inquietud entre inversores y organizaciones ambientales. A medida que la marca se enfrenta a desafíos regulatorios, será crucial que mantenga su compromiso con prácticas responsables.
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