Cuando hablamos de tiendas departamentales en México, es difícil no pensar en El Palacio de Hierro.
Esta icónica tienda es sinónimo de elegancia desde hace más de un siglo. Pero, ¿cómo comenzó la historia de El Palacio de Hierro, que ha dejado una huella tan profunda en la cultura mexicana?
Su historia se remonta a finales del siglo XIX, cuando México comenzaba a recuperarse de la Segunda Intervención Francesa. Fue en este contexto que Joseph Tron y Joseph Léautaud, dos jóvenes migrantes franceses, decidieron establecerse en el país.
Ambos trabajaron en una tienda llamada Las Fábricas de Francia, ubicada en el Portal de las Flores, en el corazón del Zócalo capitalino. Con el tiempo, se asociaron con Jules y Henri, otros empresarios franceses, y juntos dieron a la historia de lo que sería un verdadero imperio comercial: de El Palacio de Hierro.
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La primera tienda
En 1891, la visión de estos empresarios se materializó con la creación de la primera y más moderna tienda departamental en México. Situada en el Centro Histórico de la Ciudad de México, en las actuales avenidas Venustiano Carranza y 20 de Noviembre, El Palacio de Hierro se erigió como un edificio innovador con una estructura interna de hierro y acero.
Inspirada en las más importantes tiendas de París, Nueva York, Londres y Chicago, la tienda rápidamente se convirtió en un referente de modernidad y buen gusto.
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El éxito de El Palacio de Hierro fue tal que, a lo largo de los años, se realizaron dos ampliaciones en sus instalaciones. Sin embargo, en 1921, un devastador incendio destruyó gran parte del edificio.
Lejos de rendirse, la tienda fue reinaugurada con un diseño renovado que incorporó elementos Art Decó y Art Nouveau, consolidándola nuevamente como la mejor tienda departamental del país.
Nuevas tiendas, mismo estilo
Con el tiempo, el éxito de El Palacio de Hierro no se limitó al Centro Histórico. En 1958 se inauguró la tienda de Durango, en 1980 la de Perisur y en 1989 la de Coyoacán, todas en la Ciudad de México.
Cada una de estas tiendas conservó el distintivo estilo de El Palacio, adaptándose a las necesidades y gustos de una clientela cada vez más exigente.
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«Soy totalmente Palacio»
En 1963, El Palacio de Hierro pasó a formar parte de Grupo BAL, dirigido por el destacado empresario Alberto Baillères. Fue él quien, en 1996, acuñó la frase «Soy Totalmente Palacio», que rápidamente se convirtió en un lema y un estilo de vida.
Este eslogan reflejaba el espíritu de la tienda: un lugar donde el lujo, la exclusividad y la atención personalizada eran la norma.
Un ícono nacional
Hoy en día, El Palacio de Hierro cuenta con 13 tiendas departamentales en México, en estados como Querétaro, Puebla, Nuevo León, Jalisco y el Estado de México.
La misión de la empresa sigue siendo la misma: ofrecer a sus clientes una experiencia de compra única, donde cada visita se convierte en un evento memorable.
La historia de más de 130 años de El Palacio de Hierro es reconocida cómo ejemplo de visión e innovación empresarial, pues adaptarse a los cambios sin perder su esencia parece ser la constante en su camino.
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