Es un elemento que se convierte en el conducto para lograr la excelencia.
Las franquicias más exitosas han demostrado que el desarrollo de su marca, el conocimiento en la gestión y la capacitación son piezas clave. La primera da acceso a la participación en el mercado con un alto nivel de competitividad y la segunda facilita la operación eficaz entre las diversas unidades y genera la propuesta de valor que engloba al concepto.
Ahora bien, el conocimiento en la gestión conlleva estandarización, medición y alineación con los objetivos de la franquicia, que se asientan en manuales de operación. El aplicar los procesos en consonancia con los manuales de operación posibilita desarrollar sinergias entre franquiciante y franquiciatario.
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Lograr una correcta ejecución de la operación es viable cuando la organización cuenta con los conocimientos y las prácticas adecuadas mediante capacitaciones continuas. De hecho, las franquicias exitosas implementan programas de formación y capacitación permanente que dirigen a todos sus colaboradores.
Es fundamental que la filosofía de la marca, los elementos de innovación y los propios modelos de operación sean reproducidos en las unidades de la red. Dentro del sector, se pone especial cuidado en que toquen todas las posiciones haciendo factible el progreso.
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La capacitación continua mantienen estrecha la comunicación entre las franquicias y los franquiciatarios al tiempo que conocen la información y cambios actuales para estar a la vanguardia de mercado. Así, es un elemento que se convierte en el conducto para lograr la excelencia de la operación que directamente se relaciona con la marca y el consumidor recibe la calidad esperada en el producto o servicio.
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