México alcanzó 58.497 millones de dólares en 2022.
La Organización Internacional para la Migración define a las remesas como la porción de sus ingresos que el migrante envía desde la nación que le acoge a su país. En consecuencia con este concepto, son una estrategia que le permite a familiares o amigos del migrante, allegarse de recursos económicos.
De esta forma, las remesas se convierten en el recurso económico fundamental para el sostenimiento familiar.
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Las familias más pobres que son receptoras de remesas utilizan estos recursos para cubrir necesidades básicas en sus hogares. De esta forma, las dejan de ser un complemento para convertirse en su principal sustento.
Aunado al beneficio familiar está el impacto nacional. Aproximadamente el 95.5% de las remesas que llegan a México provienen de Estados Unidos (EU) seguido por Canadá. La mayoría de las transacciones se realizan por transferencia electrónica mediante instituciones bancarias.
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De acuerdo con el Banco de México, como resultado de la recepción de remesas, México alcanzó 58.497 millones de dólares en 2022.
A nivel macroeconómico contribuyen a la estabilización del consumo, reducción de pobreza y desigualdad. Además, facilitan el pago de la deuda y acrecientan la reserva de divisas al tiempo que atraen inversiones extranjeras directas.
Las remesas garantizan un nivel de ingresos, consumo y calidad de vida para los familiares de los migrantes.
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