Este jueves, el Banco de México (Banxico) sorprendió al poner a la baja sus tasas de interés en 25 puntos base, dejándola en 10.75%. Esta decisión se tomó en un contexto de creciente inflación, que ha alcanzado su nivel más alto desde mayo de 2023.
El recorte de tasas de interés por parte de Banxico no fue unánime. Se aprobó con una votación dividida de tres votos a favor y dos en contra. A pesar del panorama inflacionario, el banco central consideró adecuado comenzar a reducir el grado de restricción monetaria, es decir, hacer más accesible el crédito y la inversión.
Esta es la segunda vez en el año que Banxico reduce la tasa, siendo la primera en marzo cuando la bajó de 11% a 10.75%.
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Inflación en aumento
La decisión de Banxico contrasta con el comportamiento de la inflación, que en julio se ubicó en 5.57%, marcando cinco meses consecutivos de alza. Aunque este aumento es preocupante, Banxico mantiene su previsión de que la inflación general promediará un 4.4% para el último trimestre de 2024, con una meta de 3% para finales de 2025.
Sin embargo, el banco central también ha señalado varios riesgos al alza, como la persistencia de la inflación subyacente, mayores presiones de costos y posibles afectaciones climáticas.
La reducción de las tasas de interés tiene implicaciones directas en el acceso al crédito y las inversiones. Para los consumidores, esto podría traducirse en tasas más bajas en préstamos, como créditos hipotecarios y personales, haciendo más accesible la financiación.
Con la inflación aún en niveles elevados, también es posible que los precios sigan subiendo, lo que podría neutralizar los beneficios de una tasa más baja. La próxima decisión de política monetaria será el 26 de septiembre, y será la última bajo la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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