El origen del Aguinaldo: de obsequio romano a derecho de Ley
El origen del aguinaldo, tal como lo conocemos hoy, tiene raíces clásicas: su antecedente más remoto se remonta al Imperio Romano con la costumbre de dar regalos o gratificaciones a inicios del año. Dicha tradición, conocida como strenae, se consideraba un signo de buenos augurios y deseos para el año entrante.
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Su llegada a México
Aunque el origen del aguinaldo es romano, cuando las tradiciones europeas llegaron a América durante el periodo colonial, muchas de esas costumbres, adaptadas al contexto local, sobrevivieron e incluso se transformaron. Entre ellas, la de dar un “aguinaldo” a empleados o servidores, especialmente en Navidad o al cierre del año.
Durante décadas, este pago extra dependió de la buena voluntad de los empleadores. Algunos lo entregaban como un bono navideño, otros en especie, y muchos trabajadores simplemente no lo recibían.
Fue hasta 1970 cuando el aguinaldo se convirtió en un derecho formal. Con una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT), el pago anual de aguinaldo quedó establecido como obligatorio para todos los trabajadores subordinados, según el artículo 87 de la ley.
¿Por qué el aguinaldo se volvió obligatorio?
Su transformación de obsequio en derecho laboral respondió a las necesidades sociales y económicas de los contextos en los que se implementó. Por un lado, garantiza un ingreso extra para los trabajadores al cierre del año y supone un alivio para ellos, ya que las festividades y los gastos decembrinos implican un desembolso mayor. Por otro lado, este beneficio es una justa compensación por el trabajo realizado durante los 12 meses.
Con su regulación en la ley, el aguinaldo se convirtió en una obligación legal del patrón, protegiendo a los empleados frente a arbitrariedades y asegurando que un bono de fin de año dejara de depender del “favor” del empleador.
El aguinaldo hoy
En muchos hogares, representa la oportunidad de celebrar las fiestas con más tranquilidad, adquirir regalos, compartir con la familia y cubrir los gastos de fin de año. Pero al mismo tiempo, reafirma la idea de una relación laboral justa: el esfuerzo de todo un año refrendado con una remuneración extra.
