Dua Lipa ha entrado en la élite de las artistas mejor pagadas del planeta, con cifras que superan a muchas de sus contemporáneas. Sin embargo, mantener el estatus de diva del pop es costoso y requiere mucho más que su indiscutible talento; requiere una mente de empresaria. La popularidad de Dua Lipa no sólo se mide en un concierto lleno, reproducciones, seguidores o premios, sino también en lo que cobra por llevar su show al escenario.
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El costo de un concierto de Dua Lipa
De acuerdo con algunas fuentes, sus ganancias por concierto rondan los 1.5 millones de euros, es decir, alrededor de 30 millones de pesos mexicanos. Ese monto la coloca entre las artistas mejor pagadas del mundo, con ingresos que superan los de varios otros artistas pop internacionales.
Aunque 1.5 millones de euros por show suenan a una cifra impresionante, no todos esos recursos terminan en el bolsillo de la cantante. El pago debe cubrir un amplio equipo de producción: músicos de apoyo, técnicos, iluminación, sonido, logística y, en general, todos los recursos necesarios para montar un espectáculo de gran escala.
Por eso, aunque esa cifra representa sus ingresos “brutos” por concierto, lo que queda como ganancia real para ella —después de gastos, equipo, impuestos o comisiones— suele ser una parte menor.
Depende del concierto
En giras mundiales con arenas grandes, varias canciones populares y alta demanda, los ingresos por show pueden variar según la venta de boletos, el merchandising, los patrocinadores y otros factores.
Algunos reportes indican que, en ciertos casos, sus shows podrían generar ingresos aun mayores, lo que incrementaría su poder económico global como artista.
Una fortuna más allá de la música
Dua Lipa ha comprendido que, para consolidar una fortuna duradera, no basta con cantar: también es necesario diversificar. A lo largo de su carrera, ha emprendido distintos negocios cuyas ganancias han contribuido a su fortuna.
- Streaming, ventas de música y regalías. Sus álbumes y sencillos acumulan miles de millones de reproducciones, lo que se traduce en ingresos constantes por streaming, descargas y derechos de autor.
- Contratos con marcas, moda y belleza. Ha colaborado como embajadora de marcas de lujo y belleza, incluidas compañías de moda globales. Además, participa en campañas publicitarias, editoriales y colaboraciones que le pagan por imagen, estilo e influencer marketing.
- Inversiones estratégicas. Por ejemplo, invirtió en la marca de cuidado capilar Dizziak, lo que demuestra su interés en los negocios del rubro de salud y belleza.
- Empresa propia de gestión y derechos. Fundó su propia compañía (Radical22) junto a su familia, lo que le permite controlar sus derechos de autor y sus catálogos musicales, y manejar su carrera con mayor independencia.
- Diversificación del portafolio: moda, colaboraciones y licencias. Su imagen, estilo y fama la han convertido en un personaje valioso para marcas de moda, belleza y lifestyle, lo que la ha llevado a firmar contratos comerciales y patrocinios con marcas como Yves Saint Laurent.
