La posibilidad de franquiciar un restaurante suele hacer hueco en la mente cuando creemos que tenemos un concepto de éxito. Pensar en ello es algo habitual porque la franquicia aporta muchas ventajas a los creadores.
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Ya sea una taquería, una hamburguesería, un restaurante temático o de cocina tradicional, franquiciar es una opción que se planea en el horizonte. Esto es así porque el convertir en franquicia un restaurante tiene que ver con la ambición de hosteleros y empresarios, y el deseo de expandir un concepto de negocio.
Una vez que se comprobó el conocimiento de cómo funcionar, llegar a los clientes locales y localizar a una amplia variedad de clientes distribuidos, esta la necesidad de contar con financiación externa para franquiciar el restaurante. Muchas veces no se cuenta con el pulmón financiero requerido para desarrollar una red que nos permita coger cierto peso en el mercado.
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Así, franquiciar el restaurante se muestra como una opción viable sin perder las riendas del negocio. Es mucho más viable si se decide crecer en sucursales en compañía de socios emprendedores decididos.
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