Un emprendimiento es el proceso general de desarrollo, lanzamiento y funcionamiento de una empresa. Las personas tienen diferentes aspiraciones y visiones sobre el tipo de negocios que quieren crear, por lo que también existen diferentes tipos de emprendimientos.
Todo emprendimiento implica operar un negocio, y lo que se espera es que se haga en función de la propia personalidad de la marca, y las habilidades y características de quienes conformen al equipo detrás. Para algunos emprendedores, las ganancias son menos importantes que proporcionar un bien social.
Otros consideran que el trabajo constante es la clave para lograr el éxito; o que se requiere de un gran capital para siquiera tener la oportunidad de aparecer en el panorama.
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No existen formulas únicas de éxito, pues lo cierto es que cada emprendedor experimenta desafíos similares, pero adecuados a sus características personales, por lo que pueden optar por abordarlos de manera diferente. Sin embargo, hacerlo con ‘la luz apagada’, sin entender en qué tipo de emprendimiento se está, puede dificultar mucho el proceso.
La mayoría de las empresas en México son pequeñas; es decir, negocios que no buscan ganancias a gran escala ni financiación de capital de riesgo, pero que permiten a las personas interesadas obtener ganancias para la subsistencia de una familia.
El espíritu empresarial de las pequeñas empresas es contar con una persona quien posee y dirige su propio negocio.
Este tipo de emprendimiento suele ser el resultado de una larga trayectoria y la suma de clientes en el mercado con buena experiencia. Son capaces de transformarse, adaptarse y crear nuevos servicios y productos basados en las preferencias de los consumidores para satisfacer la demanda del mercado.
Suelen surgir como proyectos de emprendedores convencidos en poder lograr un cambio destacado, sin importar que se encuentren en una fase inicial. Ya que la aspiración es convertir en una gran empresa a su pequeño emprendimiento, buscan la financiación de capital de riesgo y dirigen sus contrataciones a perfiles especializados.
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Por lo general, estos emprendimientos responden a personas creativas e interesadas en los negocios disruptivos. No quiere decir que necesariamente inventen desde cero sus productos o servicios, pues por lo general toman ciertas ideas o necesidades ya existentes, pero no resultas por el mercado, y construyen un proyecto al rededor de ello para hacerlo una empresa comerciales.
Emprender requiere de la capacidad para desarrollar, organizar y administrar, por lo que el primer paso para comenzar es determinar si se cuenta con los elementos básicos para la construcción de un proyecto así y conocerte a ti mismo para saber donde están tus limitaciones y tu potencial.
Con lo anterior claro, lo que sigue es trazar la meta, en el marco de las posibilidades económicas y personales actuales. De esta forma irán surgiendo objetivos a corto y mediano plazo, que podrán ofrecer un panorama más claro de las necesidades para comenzar.
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