Gastos hormiga de fin de año: cómo detectarlos antes de que vacíen tus ahorros

Diciembre está lleno de celebraciones con familia y amistades. Desafortunadamente, muchas veces reunirnos con nuestros seres amados implica gastos que no teníamos previstos. Puede que una reunión no sea una inversión significativa, pero la suma de todas puede afectar tu cartera.

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Qué es un gasto hormiga

El término gasto hormiga se refiere a los pequeños gastos que no son necesarios en nuestra vida, pero que realizamos con frecuencia. Como el animal al que hace referencia su nombre, un gasto de hormiga no causa un gran efecto; sin embargo, al repetirlo de forma constante, su impacto en tu economía puede ser muy notable. Al realizarse poco a poco, los gastos hormiga representan el riesgo de perder el control de nuestros egresos, al desconocer la cifra total de estos pagos.

Tipos de gastos hormiga

El gasto hormiga más común entre los habitantes de las ciudades es la compra de café. Esto puede ocurrir varias veces por semana o incluso diariamente. Comer fuera de casa o adquirir con frecuencia algún bocadillo o snack también constituye un fuerte gasto hormiga. Las plataformas de streaming y otros servicios digitales con sistemas de pago automático son otro ejemplo de gastos que se realizan de forma discreta.

Gastos hormiga de fin de año

Durante las últimas semanas del año, la constancia y la intensidad de los gastos hormiga suelen aumentar. Esto se debe a la cantidad de eventos sociales a los que asistimos, sumada a los regalos y detalles que los acompañan. Entre los gastos hormiga de fin de año se encuentran las comidas y cenas, las salidas en general, la compra y preparación de obsequios y los viajes. Para protegerte del efecto de los gastos hormiga, puedes considerar tomar las siguientes acciones:

• Aportaciones: Para que los gastos de las reuniones no recaigan solamente en un miembro de la familia, considera hacer comidas o cenas con aportaciones de todos. Si cada quien lleva un platillo, el menú será más diverso y el gasto menor.
• Regalos significativos: Un obsequio navideño no tiene por qué ser caro. A menudo, un regalo significativo, como un detalle hecho a mano, un souvenir o incluso un gesto especial, vale más que un objeto comprado. Priorizar la calidad por encima de la cantidad te ayudará a dar mejores regalos y, a la vez, a proteger tu bolsillo.
• Presupuestos claros: Toma en cuenta tus recursos y valora cuánto y en qué deseas gastar. Procura mantenerte dentro de este presupuesto para que los gastos de la temporada no te salgan de las manos y puedas entrar al próximo año con la estabilidad que necesitas.