¿Por qué cambiarte a RESICO? Todo lo que tienes que saber sobre el Régimen Simplificado de Confianza

Para iniciar el 2026 con el pie derecho en el SAT, podrías considerar unirte al Régimen Simplificado de Confianza, mejor conocido como RESICO. Este régimen es una alternativa fiscal implementada en 2022 por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) con el propósito de simplificar la carga administrativa y fiscal de los pequeños negocios, los emprendedores y los profesionales independientes.

Este régimen viene a reemplazar al antiguo régimen dirigido a pequeños contribuyentes, ofreciendo un camino más sencillo y accesible: tasas reducidas de Impuesto sobre la Renta (ISR), trámites más ágiles y menos requisitos contables.

¿Quiénes pueden tributar bajo RESICO?

Pueden pertenecer al RESICO tanto personas físicas como personas morales, siempre que cumplan ciertos requisitos.

• Personas físicas: quienes realicen actividades empresariales, servicios profesionales, arrendamientos o actividades en sectores como agricultura, ganadería, pesca o silvicultura —y cuyos ingresos anuales no excedan los 35 millones de pesos.
• Personas morales: aquellas constituidas por personas físicas, con ingresos anuales menores a 35 millones de pesos, siempre que no formen parte de estructuras complejas de corporativos.

No pueden optar al régimen quienes superen esos ingresos, sean socios o accionistas de empresas complejas.

Ventajas del RESICO

• Tasas bajas de ISR: Para personas físicas, la tasa va de 1 % a 2.5 % sobre los ingresos efectivamente cobrados, muy por debajo del régimen general.
• Declaraciones simplificadas o automáticas: No se requiere llevar contabilidad compleja ni cumplir múltiples obligaciones informativas. El cálculo del impuesto puede ser automático con base en las facturas.
• Menos trámites administrativos: Ideal para quienes recién comienzan, tienen negocios pequeños o desean mantener su carga fiscal ligera.
• Flujo de efectivo más manejable: El impuesto se calcula sobre los ingresos cobrados (no facturados), lo que ayuda a quienes tienen cobros variables o ventas intermitentes.

Para muchos emprendedores, freelancers o pequeños negocios, RESICO representa una opción viable y económica para formalizarse sin complicarse con obligaciones fiscales complejas.

¿Qué deberás tener en cuenta antes de elegir RESICO?

Si bien el régimen tiene atractivos, también es importante conocer sus limitaciones para evitar sorpresas.

Primero, al tributar bajo el RESICO no se pueden deducir gastos: a diferencia de otros regímenes, los costos de operación, insumos, renta o servicios no reducen el pago del ISR. Además, si los ingresos anuales superan los topes permitidos, automáticamente se pierde el beneficio y se debe migrar a otro régimen fiscal más general.

También resulta básico mantener al día el registro en el RFC, emitir facturas electrónicas (CFDI) por los ingresos y cumplir con los pagos provisionales que correspondan, según lo que determine el SAT.

¿Por qué el régimen de confianza es una buena alternativa?

Para los contribuyentes que están empezando un negocio pequeño, trabajan por honorarios o buscan formalizar actividades sin complicaciones contables, RESICO es la opción ideal, ya que permite pagar impuestos a bajo costo de forma sencilla, sin llevar contabilidad compleja ni hacer declaraciones complejas.

Muchas veces, el costo de cumplir con las obligaciones fiscales en otros regímenes. como contabilidad, asesoría y trámites, puede superar lo que se pagaría por el ISR. En esos casos, RESICO resulta más rentable y más fácil de manejar al inicio.

Además, para pequeños negocios o freelances, el esquema de flujo de caja basado en los ingresos cobrados permite una mejor planificación financiera y evita pagar impuestos por facturas aún no cobradas.