El reciente anuncio de Telefónica, compañía española propietaria de Movistar, ha sacudido el panorama de las telecomunicaciones en México.
Durante el Telefónica Capital Markets Day 2025, la empresa confirmó su salida definitiva de México, Chile y Venezuela como parte de su plan estratégico 2026-2029, enfocado en consolidar operaciones en sus cuatro principales mercados, España, Reino Unido, Alemania y Brasil.
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Aunque todavía no hay una fecha oficial para el cierre de operaciones en México, el movimiento forma parte de una estrategia global de reestructuración que busca simplificar la presencia de la compañía en América Latina.
De acuerdo con Marc Murtra, presidente de Telefónica, la salida de Movistar México responde a una decisión corporativa que prioriza la rentabilidad y la concentración de esfuerzos en mercados clave.
En los últimos años, la compañía ha experimentado una reducción del 11.3% en sus ingresos en Hispanoamérica, equivalente a más de 3 mil millones de euros, lo que impulsó la necesidad de replantear su estrategia.
Murtra explicó que Telefónica ya ha vendido filiales en países como:
Además, recalcó que ahora avanza con la venta de sus operaciones en México, Chile y Venezuela.
Aunque no existe un calendario oficial, diversas fuentes señalan que Beyond One, dueña de Virgin Mobile México, sería la principal interesada en adquirir los activos de la marca por una cifra superior a 500 millones de euros.
Actualmente, Movistar cuenta con más de 21 millones de líneas activas en México, por lo que uno de los principales cuestionamientos de los usuarios es qué ocurrirá con su servicio.
Hasta ahora, Telefónica no ha confirmado los detalles de la transición, pero los reportes indican que, de concretarse la compra por parte de Beyond One, las líneas migrarían de manera automática a Virgin Mobile, sin que los usuarios pierdan su número o vean interrumpido su servicio.
Este proceso sería muy similar al que ocurrió cuando AT&T adquirió Nextel en 2015.
Es importante destacar que, mientras el proceso de venta se define, Movistar continuará operando con normalidad.
Los usuarios seguirán teniendo acceso a llamadas, mensajes y datos móviles, y cualquier cambio de identidad comercial se comunicará oficialmente a través de los canales oficiales de la empresa.
La salida de Movistar del país marca el fin de una era para una de las marcas más reconocidas en el sector de telecomunicaciones, aunque también representa una oportunidad de renovación para los consumidores, que podrían beneficiarse de nuevas ofertas y planes por parte del comprador.
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