El pasado 5 de diciembre, la empresa de streaming y productora Netflix hizo pública la compra de los estudios del conglomerado Warner Bros. Discovery. La millonaria transacción podría revolucionar el mundo del entretenimiento, pero no todo mundo está de acuerdo.
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Fundada en 1997, Netflix es, al día de hoy, la compañía más relevante en el mercado de cine y series de televisión. Inició como un servicio de renta de DVDs por correo y, 10 años después de su establecimiento, dio el salto al mundo digital. Desde entonces nadie ha podido frenar su expansión. La empresa produce gran parte del material que exhibe, y ha recibido reconocimiento mundial por su servicio y la calidad de su contenido. Ahora, tras la histórica adquisición de Warner, Netflix promete seguir revolucionando el entretenimiento.
Warner Bros. Discovery se describe a sí misma como “una empresa líder en medios y entretenimiento a nivel global”. Define su labor afirmando que se dedica a “crear y distribuir el portafolio de contenido y marcas más diferenciado y completo del mundo en televisión, cine y streaming”. Forman parte de este conglomerado las marcas Discovery, HBO, CNN, DC, Eurosport, TLC, Animal Planet, Warner Bros., Cartoon Network, Adult Swim y muchas más.
Una vez más, Netflix confirma su papel preponderante en la industria al anunciar la compra de Warner. Con esta acción, la productora pasaría a poseer los derechos de todo el material fílmico y televisivo, así como de las marcas que conforman a Warner Bros. Discovery. El potencial de esta compra se vuelve todavía mayor cuando se toma en cuenta que Netflix podría disponer de este material y estos nombres para realizar nuevas producciones que comercializaría a través de sus canales. Se estima que el gigante del streaming pagaría 83 mil millones de dólares por estos derechos.
Desde el anuncio de la compra, se han publicado distintas opiniones sobre las consecuencias que tendría esta fusión. Se advierte que, al unirse dos de los grandes poderes de la industria, se produce una intensa concentración de mercado. Ésta afectaría la competencia, el pago a equipo creativo y la diversidad de contenidos. Adicionalmente, se considera que este modelo afectaría gravemente a la televisión y a las salas tradicionales de exhibición de cine. El mismo presidente de los Estados Unidos calificó a esta fusión de monopolio, práctica que está prohibida en el país.
Otras grandes empresas han puesto sus ofertas sobre la mesa luego de que se cuestionara la fusión de Netflix y Warner. La productora Paramount superó con creces la oferta de Netflix al proponer una compra de 108 mil millones de dólares por Warner Bros. Discovery. Hasta el momento, Warner no ha dado a conocer una respuesta, pero afirmó que está estudiando las propuestas y que tomará una decisión pronto.
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