Así nació la franquicia de KFC

La franquicia de Kentucky Fried Chicken (KFC) nació como una marca registrada en 1955, gracias al coronel Harland Sanders, quien inició un negocio de pollos fritos en la cochera trasera de su casa.

Sin embargo, desde 1929 Sanders tenía un negocio de comida en el que preparaba las recetas que le heredó su abuela; entre ella, el pollo frito se convirtió en la más famosa y reconocida en el condado. El Sanders Court Café iba tan bien que lograron abrir un comedor y un motel, donde atendían a los huéspedes que iban de paso y quienes corrieron la voz por todo el estado.

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Sanders se ganó el mote de Coronel de Kentucky, gracias al gobernador de ese estado, en 1936. En ese año, perfeccionaría la receta del pollo frito y reduciría los tiempos de preparación con una olla a presión. Gracias a la mención honorífica, que Sanders decide cambiar el nombre de su negocio a Kentucky Fried Chicken.

La innovación en el nombre de la marca lo posicionó a nivel geográfico. Las modificaciones en la forma de cocinar lo mantuvo los buenos comentarios del sabor y le dio un margen de tiempo considerable para entregar más pedidos en menor tiempo.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Sanders se vio afectado y tuvo que cerrar su empresa un par de años, pero logró reposicionarse en el mercado; solo que esta vez, se decantó dedicarse por completo a sus platillos estrellas: el pollo frito y el puré de papas.

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Así, en 1950 optó por franquiciar el negocio y empiezo una gira por Estados Unidos (EU) para dar a conocer su receta y vender franquicias de KFC. Trece años más tarde, Howard conoce a John Y. Brown y Jack C. Massey, quienes un año más tarde comprarían la compañía por dos millones de dólares.

Desde entonces, KFC ha conquistado el estómago de millones de consumidores alrededor del mundo. Hoy cuentan con 26,521 unidades franquiciadas a nivel internacional.